La sucursal digital se está quedando atrás.

Los servicios financieros llevan mucho tiempo prestándose en sucursales físicas. Era una forma de reunirse con el cliente, conocerle y presentarle información sobre productos y servicios. En la actualidad, estas sucursales han evolucionado para ser más accesibles, ofreciendo más ubicaciones, horarios más flexibles, y opciones como la atención desde el coche y los cajeros automáticos. Sin embargo, las sucursales digitales se están quedando atrás.

Pocas instituciones financieras construirían una sucursal en una zona industrial con suelos y paredes de hormigón, o utilizaría herramientas anticuadas ¿Por qué? Porque la experiencia del cliente importa más que nunca. 

Los servicios financieros saben que una sucursal física debe ofrecer una imagen profesional y proporcionar al cliente una experiencia agradable. Entonces, ¿por qué hay tantas instituciones que todavía no lo hacen en sus plataformas digitales? 
 

 

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